Una de mis pasiones es comer y después de haber vivido en Capital Federal por un tiempo, sabes que en Argentina les gusta mucho el queso, aman el queso, mucho queso… y el arma secreta de nuestra marca en esta ocasión es el efecto mozzarella con una tortilla de papa. Una street food o comida callejera aclamada por los chefs de Buenos Aires en Argentina.
En esta ocasión hablaremos de una marca que nació gracias a una tortilla de papa, un balón de futbol y pum… amor a primera vista.
Hace más de 3 décadas nació el pequeño emprendimiento del papá de Pato Rodriguez un lugarcito ubicado en el Mercado Central de Buenos Aires. El Mercado Central es el lugar donde puedes encontrar productos frescos de extrema calidad a escasos metros el uno del otro.
Desde pequeña Pato comentó que a ella le gustaba la idea de cocinar y un día en que su familia decidió realizar el tradicional asado, Pato se despertó antes que todos, tomó la parrilla y decidió que ese día sería su momento. Nunca había encendido una parrilla y nunca había cocinado, cuando su hermano se despertó dijo “pensé que tenia una hermana y no un hermano”, en Argentina los hombres hacen el asado y a Pato le salió todo mal, todo mal. A partir de esta experiencia en lugar de desanimarse, Pato decidió que tendría que aprender a cocinar.
Durante la adolescencia de Pato, mientras ella estudiaba la universidad su padre y hermano tomaron una decisión y era la de vender el negocio ubicado en el Pabellón 3 del Mercado Central, esto porque el negocio no andaba bien.
Pato sabia que el negocio tenia un futuro y dejó la uni para poder cuidar del negocio. Pato mantuvo el negocio como su papa lo tenía, haciendo pizzas, empanadas y se dió cuenta que la gente come primero por los ojos, después por la boca y al final con el corazón. Entonces, se percató que le hacia falta el color a lo suyo, pero al abrir la puerta de su negocio se dio cuenta que tenia cualquiera que necesitara… ahí, afuera… tenía oro y estaba haciendo arena.
Todos sabemos que Argentina es futbol y hace 10 años la vida de Pato Rodriguez era su negocio al 100%, lo llamaban “Lo de Pato”. Y fue entonces que durante una salida, un día cualquiera jugando futbol, Pato fue tras la pelota al mismo tiempo que otra chica, una barrida y pum. En aquel momento todo cambió, quedó una chica encima de la otra viéndose a la cara “Hola ¿qué tal?, Hola soy Pato. Romi mucho gusto”. Después de esa barrida nació el amor entre Pato y Romi, si bien no fue fácil para Pato con su familia, su familia la dejó ser.
Un día Pato invitó a Romi a venir a trabajar con ella. Romi venía de trabajar en una cadena de comidas rápidas, donde tienen premisas de mucha exigencia, donde hay que cumplir los estándares al pie de la letra y en Lo de Pato no era así. Acá la gente se servía sola, pedían de fiado y ocasionalmente era un caos. Enseguida Romi se dio cuenta que había cosas que no estaban bien y se puso a imponer reglas. Esto ocasionó que los clientes la esquivaran, la ignoraran, hasta que un día un cliente le dijo a Pato “sacala a esta flaca, porque te va a fundir”.
Pato no sabia cómo resolver esto, como iba a enfrentar a sus clientes o defender a Romi, su pareja. Hasta que Romi le dijo “Bueno Pato, ya, chau. Quédate con tus clientes y tu negocio, yo me voy”. Esta frase fue una daga en el estómago para Pato. Un momento de tomar armas y defenderla. Así que decidió hablar con Romi y los clientes. Fue así como le soltó la barra a Romi y Pato a la cocina.
Dedicada de lleno a la cocina, empezaron las ideas nuevas y fue como nació la tortilla de papá, no una tortilla cualquiera sino “La Tortilla de Papa”. Esto fue el resultado de perfeccionar su técnica al decidir “Ya hagamos oro con todo eso que el mercado me ofrecía”. Después de mucho investigar y buscar cómo convertir algo simple en algo atractivo y mejor, Pato hizo “La Tortilla de Papa”. La hizo con papa, jamón y queso, algo bien argentino y empezó a ver cómo iba funcionando, los clientes hacían fila y cada día que pasaba, la fila era más larga.
Resultado de esto, empezaron a visitarle los mejores chefs de Buenos Aires. Donde mas van a encontrar los mejores productos para el mundo gourmet de Buenos Aires, solo en el Mercado Central. En los pasillos del mercado, cuando se cruzaban se preguntaban unos a otros “che, ¿fuiste a comer la tortilla?”.
Un día Pato y Romi iban en su auto escuchando la radio cuando Narda Lepes una chef argentina muy importante dijo “Tienen que ir a un lugar creo que se llama ‘Las Chicas'” a probar “La Tortilla de Papa”. Ese fue el momento en que Pato se puso a llorar de la emoción en el auto y si ella las reconoce así, así será y ahora les conocen como “Las Chicas de la Tres”.
Es así como nació la marca. Nació como consecuencia de buscar crear algo nuevo, simple y único que los consumidores le dieron un nombre. El valor que Pato y Romi entregaron en su barra con sus alimentos y tortilla de papa, les dieron el nombre de su marca “Las Chicas de la Tres”.
Si quieres conocer un pocos mas sobre ellas visita su instagram https://www.instagram.com/laschicasdela3/ o busca el documental Street Food: Latin America en Netflix.