A todos nos ha pasado que muy emocionados, trabajamos con un proyecto y creemos que ya tenemos todo en su lugar, que ha llegado el momento para que se concrete y al día siguiente … no pasa nada o peor aún, todo sale al revés. Estos momentos son los que nos crean frustración y decepción.
Hola mi nombre es Carlos Hernandez y después de múltiples emprendimientos fallidos y otros que han logrado recuperarme me han dejado el siguiente aprendizaje. Cabe aclarar que no soy un Psicólogo o Psiquiatra, por lo que si las frustraciones y decepciones te han llevado a un punto de depresión, te sugiero ampliamente te acerques a un profesional de la psicología o psiquiatría.
Lo primero que tengo que decirte es quién es el culpable de tus frustraciones y decepciones… la madre de todas estas emociones son las expectativas. Nos frustramos porque generamos expectativas que en muchas ocasiones son inalcanzables, irreales, imposibles de alcanzar. Es común que usando el excel pensemos que vamos a lograr un incremento de ventas del 30% en este trimestre y nada que no llegamos ni al 10%. Esto nos lleva a frustrarnos y hasta decepcionarnos de nuestros colaboradores.
Cuando definimos una expectativa estamos esperando que un colaborador actúe de cierta manera, incluso esperamos que los clientes actúen como esperamos y cuando esto no sucede nos vamos a frustrar y decepcionar.
Tan pronto como te des cuenta que NO TENEMOS CONTROL SOBRE EL ACTUAR de los colaboradores, de los clientes o del mundo TU EXPECTATIVA SE DESVANECE y esto no implica que no HAY ESPERANZA, que no PUEDES PLANEAR y que en ocasiones PUEDES LOGRARLO.
Pero en la medida en que yo dejé de crear expectativas y empecé a crear escenarios donde lo logro y donde no lo logro en mi mente, la realidad fue mas fácil de aceptar una vez que llego el momento.
Para mí esta creación de escenarios ha sido como si me pusiera una vacuna que elimina en muchas ocasiones y en otras disminuyó considerablemente mi reacción emocional a lo que sucedió.
Es por ello que es muy importante que en tu empresa tengas una marca que defina el porqué haces lo que haces. Cuando todos los colaboradores trabajan por una misma razón por que coincide con su forma de pensar o valores, el crear estos escenarios donde se logra y donde no se logran los planes, permitirá que todos acepten los logros y los fracasos con mayor facilidad. Será más fácil aprender de lo bueno y lo malo, así como salir adelante de los momentos difíciles que seguramente mañana nos podremos encontrar.