El costo de equivocarse es nada, comparado con no hacer nada.
Cuando decides no intentar algo, tu costo de oportunidad se vuelve infinito ya que nunca sabrás lo que pudiste obtener como ganancia al haberlo intentado.
Cuando decides no intentar algo, tu costo de oportunidad se vuelve infinito ya que nunca sabrás lo que pudiste obtener como ganancia al haberlo intentado.